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Mostrando entradas de febrero, 2013

¿Dónde Está el Truco?

Siempre la misma incógnita a la hora de elegir un restaurante, al llegar a la avenida el primero que encontré estaba desorbitadamente abarrotado, era pequeño, tenía mal aspecto, el suelo estaba pegajoso y lleno de restos de comida y bolitas de servilletas de papel, el cristal del expositor de tapas estaba rayado y borroso, a penas se distinguía el contenido. Los camareros estresados no trataban muy bien a la clientela y el bullicio anulaba cualquier posibilidad de conversación. Huí despavorida de aquél reino de desidia en busca de algo de oxígeno que me devolviera al mundo real. Me llamó la atención que justo enfrente, a escasos metros, había otro bar, pero este completamente vacío. Lo primero que me dijo mi amiga fue: “ Yo ahí no voy, por algo estará vacío” Yo que no soy amiga de vivir entre misterios entré sin pensarlo decidida a resolver donde estaba la supuesta trampa. Nos recibió un joven con tono hospitalario y amable que nos acompañó hasta una mesa minuciosa y detallad

¿Amor? Eso Era Antes

Os contaré algo que me ocurrió hace un par de años en una terraza de un café en el romántico casco antiguo de Alicante, y no es que pasara algo en cuestión, si alguien se detuviera a analizar la simpleza de lo acontecido podría acusarme de fantasiosa, yo misma me asombro de lo que da de sí una mirada escrutadora acompañada de una extrema susceptibilidad. Se apagaba el día en la concurrida plaza de San Cristóbal, bajo la lona de una gran sombrilla blanca, en una mesita de madera, ingerían mis amigas alborotadas su habitual jugo de cebada. Yo llegué más tarde, no pude o no quise unirme a la conversación, me bastaba estar allí mirando al vacío y recibiendo sus parloteos como rumor de mar que me hacía sentir en familia. A lo lejos presentí dos figuras humanas que se acercaban lentamente y no aparté la mirada hasta tenerlos más o menos a media distancia. Eran dos ancianos, seguro ya habían llegado a los noventa años. Él era delgado, llevaba pantalones de pinza y una boina, andaba